
Hace exactamente 150 años salía a la luz un libro que cambió por completo la idea que el hombre tenía de sí mismo. Me refiero, naturalmente, a El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida (The Origin of species by means of natural selection, or the preservation of favoured races in the struggle for life), más conocido como El origen de las especies.
En sólo unas miles de palabras, el hombre pasó a de un ser creado a imagen y semejanza de Dios, rey de la creación y que podía disponer a su antojo de la naturaleza, a uno más entre millones de especies aparecidas en este mundo por el azar y la contingencia, igual que el resto de los seres vivos a los que debemos respetar, no sólo porque estamos estrechamente con ellos, sino porque sin ellos tampoco podremos sobrevivir.
Dejemos expresarse a Charles Darwin:
Cuando estaba como naturalista a bordo del Beagle, buque de la
marina real, me impresionaron mucho ciertos hechos que se presentan
en la distribución geográfica de los seres orgánicos que viven en Amé-
rica del Sur y en las relaciones geológicas entre los habitantes actuales
y los pasados de aquel continente. Estos hechos, como se verá en los
últimos capítulos de este libro, parecían dar alguna luz sobre el origen
de las especies, este misterio de los misterios, como lo ha llamado uno
de nuestros mayores filósofos. A mi regreso al hogar ocurrióseme en
1837 que acaso se podría llegar a descifrar algo de esta cuestión acu-
mulando pacientemente y reflexionando sobre toda clase de hechos
que pudiesen tener quizá alguna relación con ella. Después de cinco
años de trabajo me permití discurrir especulativamente sobre esta ma-
teria y redacté unas breves notas; éstas las amplié en 1844, formando
un bosquejo de las conclusiones que entonces me parecían probables.
Desde este período hasta el día de hoy me he dedicado invariablemen-
te al mismo asunto; espero que se me pueda excusar el que entre en
estos detalles personales, que los doy para mostrar que no me he pre-
cipitado al decidirme.
El texto íntegro. En pdf. Su obra completa, en inglés.
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